jueves, 15 de febrero de 2018

Ley natural en Boyera resguardo de Cumbal parte 7

Memoria Histórica Boyera 7

Esta entrada es la continuación de la transcripción que se realizó en la minga de pensamiento en la vereda  Boyera precedido por la señora regidora, muy enaltecida en aquel acto, mama Nubia Alpala.


Elipcio Chiran exgobernador 1986: un saludo muy especial a los señores regidores, a la señora regidora de esta importante vereda, a los señores exgobernadores, los señores exregidores, a la juventud que está presente y que también nos escucha, a los compañeros de la vecina república de Ecuador (…), pedir a los espíritus, también en esta tarde, a los espíritus mayores, que nos den la fortaleza, que nos den el valor, para seguir luchando, para seguir trabajando.


Realmente, ha sido, muy satisfactorio el día, que como lo han dicho nuestros compañeros, no estamos celebrando estamos recordando, lo que fu la invasión, de un gobierno extranjero, a nuestros pueblos indígenas, para sufrir las consecuencias, porque nos invadieron nuestros territorios, acabaron con nuestra cultura, acabaron con nuestros pueblos, y se llevaron la riqueza a Europa, de eso estamos hoy conmemorando, digamos recordando, esa gran masacre, de la vida, de la autorietariedad, como aquí se ha dicho, pero no para quejarnos y quedarnos frustrados, yo creo que recordar la historia, de cómo han luchado nuestros ancestros, es vital, quien no conoce la historia (un pueblo que no conoce su historia, es un pueblo condenado a desaparecer) dicen, quien no conoce el futuro, para seguir forjándolo, o tradición, nuestros mayores, desde la colonia, han sido los grandes luchadores, por eso tenemos títulos, tenemos el título desde 1600, 1700, tenemos títulos que amparan nuestro territorio, y esos títulos, no vinieron gratis compañero, esos títulos vinieron porque alguien hubo que luchó, que sacrificó hasta su vida, para que nosotros tuviéramos este territorio.



Gracias a la divina providencia, y a la naturaleza nuestra reza, nuestros mayores nos dejaron un territorio maravilloso, podíamos decir, con todo lo necesario, nos dejaron con tierras fértiles, con volcanes, con ríos y montañas, para que pudiéramos vivir, ellos si pensaron en nosotros, y dejaron asegurado con títulos, con la escritura 228, con la real sucma (provisión) y eso fue, lucha de nuestros mayores, ahora, como lo han expresado, nuestros compañeros, como Gilberto Peregüeza, como Gilberto Valenzuela, como don Alonso Valenzuela, como don Diomedes Paguay, don Eli Valenzuela, y otros compañeros, que dedicaron su vida su pensamiento para dejar un recuerdo, para dejar sembrado una semilla grande en nuestro territorio también nosotros hemos puesto nuestro granito de arena, en 1984 por primera vez, fui regidor, fui joven, era presidente del cabildo y estaba acompañando al compañero gobernador José Miguel Taimal, que fue entonces que se entró, a recuperar acá, la Boyera, yo me recuerdo, y les quisiera comentar una anécdota, que nos pasó a nosotros, nos encontrábamos aquí abajo, cuando eso no fue planeado, y ya llegó el ejército, por una parte y llegó la policía, yo en ese entonces, ostentaba el cargo de presidente, me recuerdo que la policía, nos acorraló como a 20 compañeros, y a fuerza de bolillo, nos subió a la camioneta, entre ellos me acompañaba los que nos subieron en la camioneta, el compañero Belisario Cuaical (entre otros), buenos pues nos pegaron de a 3 bolillasos a cada uno, suben o no suben, y subimos, 20 compañeros, yo me acuerdo ya en el carro, y rodeado de la policía, el compañero Belisario me decía, “mi comandante” le decía, “¿pero si me da un permisito para comer mis tostaditos?”, así le decía, como burlándose más bien, el comandante le decía, “¡come, come!”, y no hagas enojarme y no jodas, bueno, ya nos llevaron a Cumbal los 20 compañeros, nos presentaron ante el comandante de la tercera brigada, y ante el juez de ese entonces, estos indios, frente al comandante del ejército y la policía, estos se van a Cali, a la tercera brigada, porque hoy en día, si ciertamente en ese año, estaba en estado de sitio la república, y era bien complicado, entonces estos indios, señor juez le dijo, haga el acta, de que estos indios están en una asonada, y en una rebelión, dijo, estos tienen que pagar, todos los daños que se ha hecho acá en Boyera, ni con los pelos han de pagar estos, estos se van directamente a la tercera brigada del ejército, allá que sean juzgados, y ojalá condenados de por vida a la cárcel, bueno, ya nos metieron a la cárcel, ahí en Cumbal veintidós compañeros, entonces, ya eran las 7:00 de la noche, y ahora dijimos, pues, mañana ya nos han de trasladar a Cali, ¿qué hacemos?, hay que mandar razón pues a nuestras familias, que ya nos vamos, así pues, todo tristes, es que eso no están fácil digamos, mandar razón a la mayor.



Bueno, en ese momento, pues, el señor alcalde del municipio de Cumbal era don José Antonio Arcos que en paz descanse, con el secretario, no me recuerdo como era el nombre del secretario, como es que se llamaba, iba pasando a las 7:00 de la noche ya, iban bajando del despacho por una gradas que había, pues, bajo al calabozo, de eso si nos acordamos, y era el calabozo, por ahí iban bajando, conversando, duro, duro, duro, decía, esos indios, ahora sí se joden decía, ahora sí, por fin han agarrado a unos bandidos, entonces, cuando ya pasó las escaleras ya, yo lo llamé, le dije, don José Antonio, señor alcalde, permítame la palabrita, y dijo y ¿quién es el que me llama?, yo le dije, Elipcio Chiran y este don José Antonio Arcos, antes era buen amigo, por la política digámoslo así, liberal, como antes, casi la mayoría de nuestras veredas, éramos liberales, o que vamos a decir, no había movimiento, como decir autoridades (AICO), no había nada, todos éramos liberales y el señor alcalde era muy buen amigo conmigo, entonces yo le dije vea, venga compañero, de la política, pues aquí me trajeron, estoy en la cárcel, dijo, ¡no…!, como te vas a meter vos en esas cosas hombre, dijo, eso es para otros, no para vos, bueno, le dije yo, ahora pues, ya estoy aquí, entonces, bueno dijo, le dije pues, es que pasa que yo soy presidente del cabildo y él lo sabía, le dije, pues yo si efectivamente fui a la Boyera, le dije pues a decir a la gente que no debíamos destruir y que salga, y no me hacían caso, le dije, y en eso no más pues “yora” (y ahora) me agarra la policía y me trae acá, pero ahora le dije, pues, haga el favor, como buen amigo y sáquenos de aquí, -¡no…!, dijo, eso si no se puede, entonces dijo, pues, me cuesta el puesto a mí, y pues entonces, como se le ocurre decir esas cosas, eso no se puede dijo, le dije ¡no…!, tiene que hacerlo le dije, para eso somos amigos, y se quedó pensando el hombre, dijo no pues, pues realmente no sé, entonces mandó a llamar al director de la cárcel que era un señor, creo que hasta ahora vive, era Arellano y le dijo, “vení” (venga), le dijo, por este amigo que somos buenos amigos, dijo, ve, hombre, le dijo, mañana que venga el juez y que diga el comandante de la tercera brigada vas a decir que, esos indios han falseado la puerta de la cárcel se han volado,  así vas a decir, le dijo, y entonces pues, le dijo, ahí ya no salimos implicados, sino, me joden a mí, pues claro, me lo aplican y a mí me destituyen, y era lógico, no ¿cierto?, entonces, efectivamente mandó a llamar al director de la cárcel, entonces nos abrió la puerta y salimos y nos fuimos a nuestra casa, porque al otro día nos iban a aplicar dura la situación, ¿no?, entonces, a veces, también hay que ser vivo ¿no?, porque sino al otro día, claro que, nos iban a enviar a Cali, bueno, así se han dado las luchas, así se ha dado, mejor dicho todo lo que se ha sustentado aquí, pero, con miras a defender lo que son nuestros derechos, así lo han dicho desde mucho antes, nuestros mayores, y hoy en día, no vamos a decir que, que ya la lucha ha terminado, viene todavía la lucha más grande, como decía don Gilberto Valenzuela, hay que labrar la tierra que recuperamos, hay que sanear totalmente nuestros resguardos, entonces, no podemos bajar la guardia, no podemos quedarnos cruzados de brazos, cuando vienen unas amenazas grandes, para nuestros territorios y nuestras comunidades, ustedes son conscientes y lo saben, de que hoy en día hay una amenaza grande, por nuestros territorios, por nuestros cultivos, por lo que nosotros producimos, y están las políticas neoliberales, esas vienen a arrasar, y acabarnos como pueblos, si no, nos falla la memoria, hace muchos años, en las veredas de Guan, de Cuaical, de Tasmag, de Cuetial, cultivábamos bastante trigo, ¿no cierto?, bastante cebada, bastante haba, y como vino la política del gobierno neoliberal, y trajo productos de otras partes, todo eso se acabó, y ahora no tenemos ni la sombra si quiera del cultivo de trigo, y de la cebada, y así sucesivamente, hoy está amenazado lo que estamos produciendo, que es la leche, y de ella vivimos, entonces nos toca, seguir fortaleciéndonos, como cabildos, como comunidades, para estar en pie de lucha, y la juventud no tiene porque dormirse en los laureles, no tiene porque abandonar el sentido de la lucha, como comunidades indígenas, hay que seguir ese sentido de pertenencia, con ese sentido de lucha y de defensa, como digo, porque la enfermedad la escribieron los grandes, en nuestro territorio afortunadamente tenemos el líquido vital, y por ese líquido de pronto van a venir las potencias a invadirnos, pero nosotros tenemos que estar alerta, tenemos que estar alerta políticamente, potencialmente también tenemos la organización con que afortunadamente, tenemos unas autoridades propias, que nosotros mismo las elegimos, ese es un gran privilegio que nosotros es, tener nuestras propias autoridades, que cada año las elegimos, y a ellos tenemos que darles todo el valor y todo el respeto, porque cuando un cabildo, hace su proyecto y lo presenta al gobierno y los ministerios si bien sí o si bien no, y al saber nosotros, nuestros taitas decían, que inclusive tiene nuestro cabildo, entonces nuestra invitación también es, a que lo retomemos el sentido de la lucha para que sigamos mingueando, que este ha sido un día muy especial, una felicitación a la señora regidora de aquí de esta importante vereda de Boyera, por invitarnos a minguear, por invitarnos a alimentar el espíritu, a alimentar la palabra y que sigamos por este camino, sigamos por ese camino de lucha y de trabajo, hay muchas cosas todavía por hacer, nuestro medio ambiente está abandonado, sabemos que hoy hay bastantes recursos en los ministerios, hay que, trabajarle duramente a la ley mayor que afortunadamente, el actual cabildo hoy la esta trabajando, y esa ley hay que respetarla y hacerla respetar y en el marco de la ley mayor, tenemos que fortalecer, tenemos que decretar, tenemos que hacer resoluciones, y tenemos que hacer proyectos y programas, en beneficio de nuestras comunidades, uno de esos proyectos que está pendiente, en el marco de la ley mayor, es, porque el cabildo lo va a declarar reserva indígena, porque hay que defender nuestros páramos, nuestros montes, nuestros cerros, nuestras lagunas, y también tenemos que madurar el proyecto, para que las personas que tienen la tierrita, que trabajan, reciban un incentivo del gobierno, reciban, o algunos sean reubicados ojalá, para que esas partes queden protegidas, porque si, dejamos a nuestra generaciones sin agua, será un desierto esto, y eso no lo queremos, tenemos que todos poner la mano aquí en el corazón, y seguir luchando, para que esas partes de arriba, que son la vida, donde nace el agua, la sigamos protegiendo, la sigamos conservando, y que seamos conscientes de que el día de mañana lo van a utilizar nuestras generaciones, en ese sentido, agradecer bastante, a esta minga de pensamiento, y a ustedes autoridades y que ojalá sigamos adelante, para seguir la lucha porque hay muchas cosas por hacer, hay mucho trabajo en la parte educativa, y posible en la parte política, sabemos que nosotros tenemos un movimiento propio, que ahorita está como en cuidados intensivos, ustedes se han dado cuenta por as noticias, como está, el movimiento no es malo, a veces los malos son, quien entran a dirigir, las comunidades no tenemos culpa sobre eso, entonces, tenemos que retomar esas cosas, que son de vital importancia para darle vida, y para que nuestras comunidades sigamos por el camino que trazaron nuestros mayores, nuestros mayores, fueron unos luchadores conscientes, razonables y hasta entregaros su vida por ello, yo le preguntaba en una oportunidad siendo niño a don Hilarión Alpala, le decía, respóndame una pregunta, porque ustedes cuando la comunidad los anunciaba, de que los van a nombrar en el cabildo, porque ustedes anotaban diciendo para irse para allá para el páramo, para mundo nuevo, y si hay muchos mayores, ¿no cierto?, decían alguien, -no a usted lo vamos a nombrar de gobernador, a usted de regidor, no, ellos los nombraban oles decían, para allá, para Mundo Nuevo (un lugar en el páramo), entonces, yo le decía, respóndame esa pregunta, ¿porque?, entonces, me decía, el mayor con toda su sabiduría, decía, si ya me anunciaron la comunidad, que me iban a nombrar de regidor, y yo sabía que así lo iban a hacer decía, yo me iba allá al monte, para autoalimentarme, decía él, para lavar mi espíritu, para concientizarme, porque allá se vive y se siente esa energía de la naturaleza, me decía él, aunque cuando ya estaba electo, entonces cuando ya estaba elegido ya sea don Belisario o vea, señor Hilarión, o lo que sea, ya fue elegido, entonces salía de allá, decía que salía espiritualmente bien fortalecido, y esa era por lo menos, una respuesta sabia que me daba, don Hilarión Alpala, y así, sucesivamente, pues entonces la savia naturaleza nos proteja y nos de la vida y la salud, para seguir luchando, muchas gracias.




Pai, por leer.